El aterrizaje y despegue de un avión: ¿Sabes cómo influye el factor "viento"?

Aeropuero de Málaga-Costa del Sol (AGP)
A la izquierda, segunda pista

Nueva pista en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol (Andalucía, España)
¿Cómo se orienta la pista de un aeropuerto? ¿Qué factor juega el viento en el aterrizaje de un avión? Veamos en detalle cuáles son los factores que intervienen en esta maniobra:

1) El aterrizaje y despegue; fases críticas del vuelo



De las fases del vuelo, el despegue y el aterrizaje son críticos, dado que, al fin y al cabo, son los momentos en los que el aparato está más cerca del suelo.
Durante el despegue, el avión depende más de la potencia de los motores que de la sustentación producida por sus alas. En caso de pérdida de potencia, el aire que pasa a través de las alas no tiene suficiente velocidad como para generar la sustentación necesaria para mantenerlo en el aire.

Así, es importante que el avión gane tanta altura como pueda en el mínimo tiempo posible, para así poder planear de vuelta a la pista si fuera necesario.

En el aterrizaje, el avión no hace casi uso de sus motores (aunque debe tenerlos listos para ofrecer la máxima potencia en caso de que tenga que frustrar), y depende de la sustentación para que el avión se acerque a la pista con una tasa de descenso adecuada y a una velocidad lo suficientemente alta como para tener control del avión y que éste no entre en pérdida, y lo suficientemente baja como para no utilizar demasiada longitud de pista o reventar los neumáticos del tren de aterrizaje.

Para facilitar el despegue y aterrizaje, lo importante es conseguir que la velocidad del aire que entra en las alas del avión sea lo más alta posible, ya que es esta velocidad la que determina la sustentación producida por las mismas. Lo ideal es conseguir que con una mínima velocidad de avance sobre el suelo tengamos una máxima velocidad del aire. La solución es sencilla: orientar la pista hacia el viento.

2) La orientación de las pistas es un factor clave

La solución es sencilla: orientar la pista hacia el viento. Si tenemos viento en cara, conseguimos que el avión tenga un extra de velocidad de aire, lo cual permite que durante el despegue el avión no se aleje mucho de la pista mientras va ganando altura, y durante el aterrizaje el avión se aproxima a menos velocidad sobre el suelo.
Si el viento está en cola en una pista, quiere decir que si se cambia el sentido de uso de la misma, lo tendremos de nuevo en cara.

Pero ¿y si el viento está cruzado?. En algunos aeropuertos, con más de una pista, orientan la segunda de tal manera que si el viento está cruzado en una, la otra dispondrá de un componente de viento en cara.
Pero en los casos en los que no hay otro remedio que aterrizar con viento cruzado, el piloto debe realizar una maniobra conocida como "resbale".

Si el avión se aproxima con las alas niveladas y existe una componente de viento cruzado lo suficientemente intensa, el viento lo desplazará fuera del eje de la pista. Para evitarlo, el piloto debe inclinar las alas hacia el viento. Sin embargo, ésta es sólo la mitad de la maniobra. Para conseguir que el avión mantenga las alas niveladas mientras se "apoya" en el viento, el piloto debe corregir la actitud del avión aplicando timón de dirección en la dirección contraria a la inclinación que aplica.

De esta manera, el avión compensa el desplazamiento lateral producido por el viento mientras mantiene una actitud de alas niveladas. Para conseguir llevar esta maniobra a buen término, la velocidad de aproximación ha de ser algo más elevada para que las superficies de control tengan suficiente mando.