La edad ósea nos indica si un niño aún puede seguir creciendo



Radiografía de las manos de un ser humano adulto


Radiografía de la mano de un niño, aún sin calcificación completa.
Pueden verse los espacios entre las falanges.


De vez en cuando oímos en las noticias que se van a realizar pruebas a un menor, que ha llegado a España ilegalmente, para saber si efectivamente es o no es menor de edad.


La prueba consiste en una radiografía de la mano y muñeca izquierdas. 

Lo que hacen los médicos es tratar de conocer la edad cronológica mirando la edad ósea.

El esqueleto del niño va madurando según crece y se puede observar su calcificación mediante una radiografía.

Al nivel de calcificación es a lo que se llama edad ósea. Aunque suelen ir paralelas, en ocasiones un niño tiene mayor o menor edad ósea. Es decir, un niño de 7 años puede tener los huesos inmaduros como uno de 5 o más formados, como uno de 8 ó 9.

Hasta que no se complete la calcificación el pequeño puede seguir creciendo. 

La edad ósea puede indicar si un niño es de talla pequeña o si su maduración es más lenta y aún puede alcanzar la talla media de sus compañeros. El caso contrario también se detecta, es posible que un niño que en este momento es alto, lo sea porque su maduración es más rápida y tiene la edad ósea adelantada. Terminará de crecer antes que los demás pudiendo también igualarse.

Además de seguir el crecimiento, la edad ósea sirve para controlar algunas patologías que afectan al esqueleto o al desarrollo.

Se utiliza la muñeca por la gran cantidad de huesos que se forman en ella según van pasando los años.