Diez consejos para curar una herida
1 Preparación.
Hay que lavarse la manos con agua y jabón antes de tocar la herida para evitar infecciones. Si es posible, utiliza guantes de látex. No toques la herida con los dedos durante el tratamiento.
2 Agua y jabón.
Lava completamente la herida con agua y un jabón suave. No utilices alcohol para limpiarla, mejor agua oxigenada o suero fisiológico.
3 Desde dentro hacia fuera.
Haz la limpieza desde el centro de la herida hacia el exterior, sin olvidar desinfectar los bordes.
4 Gasas estériles.
Nunca utilices algodón, ni pañuelos de papel, desprenden motas o pelillos que se adhieren a la herida y pueden infectarla. Lo mejor son las gasas estériles.
5 Arena.
Retira los restos de suciedad, polvo o arena con mucho cuidado, pero con decisión. Si hay objetos o cuerpos extraños clavados no los quites y acude al hospital.
6 Hemorragia.
Si sangra, aplica sobre la herida una compresa o tela limpia haciendo presión fuerte hasta que desaparezca la hemorragia.
7 Sin frotar.
Seca la herida con palmaditas, sin frotar.
8 Al aire.
Aplica un antiséptico, tipo povidona yodada (Betadine). Si el ambiente no es agresivo (no hay riesgo de infección), no sangra y la lesión no es muy profunda, es conveniente dejar la herida al aire libre, pues así se favorece la cicatrización.
9 Mordeduras.
Deja abiertas las heridas que no estén limpias, las mordeduras y las heridas punzantes. Las heridas que no se han limpiado correctamente pueden retener bacterias y causar infecciones.
10 Vacunas.
Como medida preventiva es importante vacunarse contra el tétanos después de haberse hecho una herida. Consulta siempre a tu médico