Cuida tus oídos: normas de higiene

La limpieza de los oídos es muy importante ya que en el conducto auditivo externo se produce una sustancia protectora llamada "cerumen". Es conveniente limpiar ambos conductos auditivos externos con frecuencia para evitar que se acumule el cerumen en forma de tapones que impiden oír bien.

En esta limpieza debe evitarse:

- Introducir objetos pequeños, puntiagudos... ya que podrían causar la rotura o desgarro del tímpano.
- Los bastoncitos de algodón no deben usarse para limpiar el oído. NUNCA debemos introducirlos en el conducto auditivo porque podrían ir desplazando la cera hacia el interior provocando un tapón difícil de extraer o llegar hasta el tímpano con el riesgo de rotura o desgarro.

- Los sonidos muy altos como escuchar música fuerte o, peor aún, con los auriculares puestos, tienden a causar sordera prematura. Evita los auriculares si no son necesarios en ese momento.

- Tras ducharnos o bañarnos en casa tenemos que secar muy bien nuestros oídos.

- Lo mismo habrá que hacer tras nadar en piscinas o en el mar.

- Si tienes que estar cerca de máquinas muy ruidosas, debes llevar tapones.