Ser donante significa ser generoso y supone uno de los actos más altruistas que podemos hacer por los otros. Cuando llega el momento en el que nuestra vida se acaba podemos ayudar a completar la vida de otras personas cuya única opción para continuar viviendo es un trasplante.
Nosotros no perdemos nada y, en cambio, con nuestros órganos y tejidos podemos dar vida a otra persona que los necesita.
Nosotros no perdemos nada y, en cambio, con nuestros órganos y tejidos podemos dar vida a otra persona que los necesita.