El salto de esquí es un deporte olímpico de invierno que consiste en descender sobre esquíes por una rampa para coger velocidad y luego iniciar el vuelo con el objetivo de aterrizar lo más lejos posible.
Los saltos de esquí son una de las pruebas más espectaculares dentro de los deportes invernales, y resultan atractivos incluso a los que no son muy aficionados a estos deportes.
Es una prueba que tiene una gran dificultad técnica y por ello requiere mucha preparación, pues el esquiador no solo tiene que saltar lo más lejos posible, sino que debe hacerlo en condiciones de seguridad y aterrizar sin contratiempos. Un accidente no solo le restaría puntuación sino que a menudo tiene consecuencias trágicas para el deportista. Por si fuera poco, durante el vuelo debe cuidar la armonía y la estética del movimiento, ya que además de la distancia unos jueces valorarán el estilo, influyendo ambos factores en la puntuación final.
Los saltos de esquí son una de las pruebas más espectaculares dentro de los deportes invernales, y resultan atractivos incluso a los que no son muy aficionados a estos deportes.
Es una prueba que tiene una gran dificultad técnica y por ello requiere mucha preparación, pues el esquiador no solo tiene que saltar lo más lejos posible, sino que debe hacerlo en condiciones de seguridad y aterrizar sin contratiempos. Un accidente no solo le restaría puntuación sino que a menudo tiene consecuencias trágicas para el deportista. Por si fuera poco, durante el vuelo debe cuidar la armonía y la estética del movimiento, ya que además de la distancia unos jueces valorarán el estilo, influyendo ambos factores en la puntuación final.