Los pies se deben revisar con regularidad, prestando atención a los cambios en el color y la temperatura, buscando el aumento de grosor o cambio de color de sus uñas y controlando las grietas o heridas de la piel. Ningún engrosamiento en la piel del pie se considera normal.
· Es importante mantener una buena circulación sanguínea hacia los pies. Para ello se recomienda elevarlos cuando se está sentado o acostado, realizar estiramientos, caminar…
· Hay que evitar las medias elásticas y calcetines demasiados apretados. Deben proteger la piel sin que anulen movimientos normales.
· Los pies deben lavarse regularmente. Hay que realizar un buen secado, sobre todo entre los dedos, para evitar la humedad, sin frotar la piel.
· El corte de las uñas deberá efectuarse por lo general de forma recta.
· Deben evitarse los zapatos demasiado ajustados. Cambiar de zapatos cuanto antes si estos están ya muy desgastados o deformados.
· No exponer los pies a temperaturas extremas, ya sean frías o calientes.
· No permanecer sentado durante mucho tiempo, especialmente con las piernas cruzadas.
· El dolor en los pies no se debe considerar normal.